lunes, 7 de diciembre de 2009

Símbolos 19/03/2007

Originalmente publicado en www.puedoprometeryprometo.com el 19 de marzo de 2007

Dejando a un lado la ridícula manipulación de la cifra de asistentes de los organizadores, las manifestaciones del PP de las últimas semanas me hacen reafirmarme en lo que me rondaba por la cabeza desde hace mucho tiempo. El Partido Popular, frente a lo que su actitud respecto a los nacionalismos periféricos pueden hacernos creer a veces, es un partido tan nacionalista como el que más. Un partido nacionalista español que, sin embargo, ataca a las bases ideológicas de los otros nacionalismos por fomentar la "fascinación por los conceptos colectivos".


Esa fascinación por los conceptos colectivos de la que hablaba Aznar se ve fácilmente fijándose en las imágenes de las marchas peperas. Nunca había visto en una manifestación tantas banderas por metro cuadrado como en las que convoca el PP. Es que ni siquiera las que convoca el PNV ,o incluso Batasuna, tienen tanta simbología y tanta exaltación nacional.

Olvidándonos ya de las anecdóticas águilas que se colaron en las protestas a pesar de los filtros de la organización, a mi me causa desasosiego ver tanta tela patriótica junta. Así como oir o leer a los tertulianos y opinantes del partido hablar con esa retórica ultranacionalista, erigiendo en líder de la nación a su propio líder, sin haber pasado antes por las urnas.

Siempre me había parecido excesiva hasta el ridículo la actitud ultrapatriótica de los estadounidenses, con su bandera presente hasta en la sopa, pero ahora tenemos masas aún más abanderadas caminando por las calles de nuestro país cada fin de semana. Masas que, representando sólo a una parte del pueblo, se erigen en defensores de la patria y en verdadera esencia de la misma.

Como habréis podido adivinar, no tengo especial querencia por los nacionalismos, ni españoles ni periféricos. Sí que me gusta mi tierra, y me siento cercano a aquellos con los que la comparto. He defendido siempre la cultura y lengua propia de mi autonomía de la extinción y la imposición de lo más "competitivo". Sin embargo me disgusta que se fomente la fascinación por el concepto de nación con banderitas y retórica mesiánica como la que utiliza el PP.

Y es que Rajoy, como bien sabréis, no contento con hablar de "defender la nación española", acaba su discurso con " Volved a vuestras casas y contad a todo el mundo lo que ha pasado aquí, lo que habéis hecho, lo que habéis sentido. Que os vean en pie, con la cabeza alta y fuertes como yunques...." como si fuese Jesucristo ordenando la predicación de su palabra divina. Y luego, ebrio de nación y de su baño de masas, dice cosas como lo de la hermosura de la manifestación. Hombre... por favor.

Ya dije que yo no soy gran amante de banderas y símbolos nacionalistas, sin embargo, sí entiendo que la apropiación de los símbolos del país por parte de un partido pueda molestar a mucha gente. Aún así, no es esa apropiación la que más me ha llamado la atención, al fin y al cabo todos los nacionalistas siempre lo han hecho, identificándose de ese modo con la verdadera esencia de la patria. Es la apropiación a de otros símbolos creados para ocasiones muy distintas lo que me asombra.

Lo del lazo azul es llamativo. Un símbolo creado por "Gesto por la Paz" para pedir la libertad de secuestrados por ETA. Un símbolo del que, lógicamente, esta asociación no tiene la patente. Sin embargo, veo normal que en "Gesto por la Paz" se sientan molestos por la utilización partidista que el PP le está dando.

En el caso de la canción de Jarcha, la cosa ya parece surrealista. Más que nada porque, para mi, era una canción simbólica-progre y de la que aún guardamos algún disco de esos de vinilo del año catapún en casa. Dio igual que, los sorprendidos autores de "Libertad sin Ira" y los fundadores del grupo se opusieran al uso que se le dio en la manifestación de Madrid. El PP, sin pudor alguno, decidió volver a ponerla en Pamplona. Apropiándose así, de uno de los símbolos de la transición española, utilizado por progres y rojeras principalmente -no hay más que ver la discografía del grupo, que, basándose en temas tradicionales, está plagada de temática social y poemas de Blas de Otero, Alberti, Miguel Hernández y Lorca-.

Espero que su próxima víctima no sea Serrat, Aute, Victor Manuel o Silvio Rodríguez, porque entonces, por coherencia musical, mi familia debiera considerarse pepera.

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