viernes, 1 de octubre de 2010

Del derecho a la huelga y el derecho al trabajo

Parece ser que la moda actual, y más en este tiempo que rodea a la huelga general, es la de atacar a los sindicatos tradicionales y a la actividad sindical en general. Según escucho por ahí, los sindicalistas son unos vagos y unos sinvergüenzas. ¡Qué miedo, señores!

Me espanta escuchar este tipo de cosas justo cuando estamos sufriendo una regresión más en los derechos de los trabajadores, materializada en la reciente reforma laboral. Reforma laboral que, por cierto, le viene de perlas a la derecha de este país (de hecho todos se abstuvieron en la votación del parlamento para que pudiese salir adelante sin mancharse las manos). Por supuesto, a la patronal también le viene bien, aunque siga pidiendo más abaratamiento del despido para "crear empleo". Es una ecuación extraña: facilitar el despido para así contratar más ¿?? Mi mente será muy obtusa, pero no lo entiende bien.

Bueno, el caso es que, no solo para los patrones, sino incluso para un gran número de trabajadores, los sindicatos son una lacra y los sindicalistas son una panda de mangantes y piqueteros que no respetan el sagrado derecho al trabajo. Yo no participé en piquetes, pero hice huelga. Sin embargo, respeto a aquellos que, por presión desde arriba o por conservar un empleo precario no fueron a la huelga. Pero reconozco que me molesta haber perdido bastante dinero por defender los derechos de aquellos otros que, pudiendo hacer huelga, no están dispuestos a perder un duro o a "ensuciar" su imagen ante el jefe.



Y es que es muy fácil criticar para aquellos que nunca se mojan. Pero esos mismos no se paran a pensar qué pasaría si no hubiese nadie para negociar su convenio. Cómo estarían si no hubiese unos mínimos para su contrato y tuviesen que tragar siempre con lo que al empleador le diese la gana (como sucede en muchos casos). Y es que la actividad sindical es básica y, como los partidos políticos, para desarrollarla necesitan ayuda del estado: esas subvenciones tan criticadas por la gente del PP, pero que su partido también recibe.

Por tanto, señores trabajadores antisindicalistas, si los liberados sindicales les parecen unos vagos, ustedes tienen sindicatos sin esa figura. Si las elecciones sindicales, por alguna razón, no les gustan también existen sindicatos que, además de no tener liberados, no se presentan a las mismas ni reciben subvenciones estatales. Pero, por favor, no desprecien a todos aquellos que, con mayor o menor acierto, negocian sus derechos. Porque, aunque en muchos casos sean más que criticables, de no existir el sindicalismo no habría derechos que negociar.

Y, ya que en los medios y tertulias los piquetes informativos aparecen como unos liberticidas y la encarnación del fanatismo de los "obsoletos" sindicatos, me gustaría ver cómo se trata el tema de todos aquellos que no hacen huelga, simplemente porque directa o indirectamente no les dejan. Como se puede suponer, en empresas pequeñas es bien complicado el tema. Y les aseguro que no es fácil encontrar a alguien con un contrato temporal o pendiente de renovación que decida hacer huelga (y seguramente no es porque no estén de acuerdo con los motivos).

Por mi parte, como hace convincentemente Pascual Serrano, seguiré defendiendo el derecho al trabajo en su sentido más amplio, el que aparece reflejado en la sacrosanta (cuando conviene) Constitución Española, y no sólo los días de huelga, como hacen la derecha y sus aliados esquiroles. Pero para ello, señores, hay que pensar en un cambio de sistema, en un modelo político-económico que no se base en el beneficio privado y en la "competitividad".

sábado, 11 de septiembre de 2010

El gobierno estadounidense orquestó el 11 de septiembre.

A pesar de que quedan otros temas pendientes, estámos a 11 de septiembre y no quiero dejar de comentar esta efeméride. Evidentemente el título es un poco... digamos que publicitario, para que a alguien le entre la curiosidad. No me refiero al 11de septiembre de 2001, sino al de 1973. Es cierto que existe un gran número de escépticos que resaltan los puntos más extraños y poco explicados de los atentados de 2001 y es verdad que hay cosas poco claras, que merece la pena revisar. Sin embargo muchas de las teorías conspirativas que conozco pueden ser rebatibles y aún no me atrevo a decir tal cosa sobre el gobierno de Bush y los atentados de Nueva York y Washington.

¿Qué ocurrió el 11 de septiembre de 1973?
Ocurrió que un gobierno legítimo, que se había encaminado hacia el socialismo dentro de un sistema democrático, fue sustituido por un régimen militar que asesinó a más de 3000 personas. El ejemplo más claro de que el socialismo era posible en una democracia multipartidista fue eliminado al poco de nacer. A continuación, un breve resumen en video de cómo era el gobierno de Allende, cómo fue boicoteado y cómo acabó.


Informe especial Chile: de Allende al golpe del '73
Cargado por TVPTS. - Vídeos de noticias del mundo entero.

Y no es difícil ver la mano del gobierno estadounidense en todo esto. De hecho, su participación está más que probada. Para los interesados queda este buen documental (eso sí, más largo que el anterior).



Y así,  algunos aún seguimos esperando a que se abran las grandes alamedas por don de pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.

jueves, 26 de agosto de 2010

Odiosa comparación de Cuba (1. Economía)

Siempre que sale el 'tema cubano' en una conversación aparecen las típicas comparaciones que intentan echar por tierra los logros del modelo al contrastar la vida en la isla con el nivel de vida de la clase media española. "¡Vete a vivir a Cuba a ver si estás mejor que aquí!" Me parece absurdo plantear ese contraste para probar que el capitalismo es el mejor sistema económico para la población.

¿Es que acaso Cuba sería hoy como un país europeo si no hubiese triunfado la revolución? Creo que no. Parece como si Cuba fuese un país pobre sólo por su sistema socialista. Siguiendo este razonamiento cualquier otro país del tercer mundo serviría como ejemplo de que el capialismo causa miseria. Para ser medianamente riguroso, la comparación debe hacerse con otro país de su entorno con características similares.



Veamos... Cuba es una isla con alrededor de 10 millones de habitantes, de los cuales su capital tiene más de 2 millones. Se independizó de España a finales del siglo XIX, aunque tuvo gran influencia estadounidense durante la primera mitad del siglo XX. Tradicionalmente su economía dependía de la caña de azucar y el tabaco y más recientemente del turismo. ¿Qué otro país encontramos con esas mismas características básicas en su entorno?
Hay uno: La República Dominicana.
Sin embargo ¿Sabemos algo de su gobierno? ¿Su economía va bien? ¿Conocemos cómo funciona el país? Sólo si se viaja allí y se sale de los complejos hoteleros puede tenerse una idea. Los grupos mediáticos y agencias no nos hablan de esa nación. Si vamos al buscador del diario más importante de España y ponemos "República Dominicana", a día de hoy me salen 273 resultados, mientras que para la isla vecina "Cuba" tengo 1.482. Dada la similitud de los dos países, la única diferencia que explica esto es que Cuba es un país socialista.

Pues bien, empecemos comparando las economías:
El PIB per cápita de los dos países es similar: ronda los 9.000 dólares teniendo en cuenta la paridad de poder adquisitivo (PPA), esto sitúa a los dos países por debajo de la media mundial, que anda por los 10.600 dólares. Ahora bien, estamos obviando algo básico: mientras que EEUU es el principal origen de importaciones y destino de exportaciones (60% y 87% respectivamente) de la República Dominicana, Cuba tiene vetado el comercio con la mayor economía del mundo, separada pocas millas de su costa. ¿Podemos imaginar cómo sería la economía Dominicana con un bloqueo económico similar? Dada su dependencia económica de EEUU, el desastre sería mayúsculo.

Un sector estratégico en la economía es el energético. En todo el mundo se sabe, porque los medios se encargan de ello, que en Cuba tienen un problema con la electricidad. Son famosos sus apagones porque los medios de todo el mundo difunden la noticia. Lo que no sabemos es que la situación en la República Dominicana es similar: las grandes deficiencia del servicio eléctrico lastran la economía, los apagones son constantes y muy prolongados, sin embargo sólo se encuentran noticias sobre ello en la prensa dominicana. Imaginemos que un día unos cubanos protestasen a tiros contra la policía por los apagones, como sucedió en la rep. Dominicana ¿Qué periódico de nuestro país no incluiría la noticia para demostrar el caos que existe en Cuba?

 ¿Y cómo llevan la crisis estos dos países? Pues mal. pero mientras en los periódicos podemos leer noticias que hablan de lo que parece ser un desastre absoluto en Cuba: recesión, falta de liquidez... presentándolo como "legado del castrismo", no podremos encontrar ninguna hablando de la crisis en el país vecino. Sin embargo, puede verse, según estimaciones norteamericanas, que la economía cubana crece un 1,4% y la dominicana un 1,8%. La diferencia es mínima, sobre todo si la comparamos con el decrecimiento de la española en un 3,6%.

A pesar de todo, el sistema económico cubano actual tiene problemas que cualquiera que vaya por la isla puede ver y que no se corresponden con lo que debiera ser un sistema socialista. Para mí, el esencial actualmente es la doble moneda (peso cubano y peso cubano convertible). Una medida de emergencia que aparece criticada por todos los cubanos, incluso por sus propios dirigentesen la prensa, pero que todavía no se ha podido desechar. La doble moneda causa desigualdades e injusticias cuando, por ejemplo, un médico, que cobra su sueldo en pesos cubanos, gana mucho menos que cualquier empleado del sector turístico, con acceso al peso convertible en general. Esto, sin duda, ha hecho crecer las desigualdades en Cuba. En Cuba, el índice Gini (medidor entre 0 y 1 de la desigualdad económica) era de 0,24 en 1986; en 1999, después del tremendo ajuste que tuvo que hacer tras el derrumbe de la URSS, había subido hasta 0,41, y luego, en 2002, había bajado nuevamente a 0,38. Sin embargo, para la República Dominicana el índice es de 0,474 en 2005. Es decir, a pesar del desastre de la doble moneda, hay más desigualdad que en Cuba, y antes de esto, en los 80, Cuba estaba en el grupo de cabeza mundial. Para tener una idea, España está en 0,347, el mejor país del mundo en este aspecto (Dinamarca) en 0,247 y el peor (Namibia) 0,707.



Ahora bien, a grandes rasgos tenemos dos economías con el mismo PIB per cápita aproximadamente y con problemas: Cuba y Rep. Dominicana. ¿Qué diferencia hay en cuanto al nivel de vida de la población?. El índice que internacionalmente habla sobre eso es el llamado Indice de Desarrollo Humano, que tiene en cuenta tres cosas: esperanza de vida, alfabetización y PIB per cápita PPA. Pues bien, mientras Cuba está en el puesto 51 del mundo, sólo superada en toda América Latina por Chile, Argentina y Uruguay, la República Dominicana está en el puesto 90 de 182. Dado que su PIB per cápita es similar, eso nos hace ver la notable diferencia en sanidad y educación de un país y otro. De hecho, en alfabetización y esperanza de vida Cuba está en los puestos de cabeza del mundo. No hay más que fijarse en la tasa de mortandad infantil para tener una idea de la atención a los ciudadanos: Cuba está actualmente por debajo de EEUU y al nivel de los países más desarrollados del mundo (5,8 por mil nacidos), sin embargo la República Dominicana tiene una tasa más acorde con los países de su entorno (26 por mil nacidos).

Todo esto es para intentar mostrar que el efecto del sistema socialista cubano sobre la población, por sí mismo, no es desastroso. Que a pesar de sus grandes imperfecciones (forzadas por las circunstancias o no) es capaz de proporcionar un mejor nivel de desarrollo humano y más generalizado que un país capitalista de sus características y en su entorno: Rep. Dominicana.

Y ahora, imaginen que Cuba no está bloqueada desde hace 5 décadas y siempre pudo comerciar con su vecino, la mayor economía del mundo. O bien, para que nos quede más cerca, imaginen que es España, un país con un desempleo del 20% actualmente (1,8% en la cuba socialista y bloqueada),  la que no puede comerciar con cualquier país de la UE desde hace 50 años ¿Cómo estaríamos?

domingo, 23 de mayo de 2010

Un análisis acertadísimo

Julio Anguita ha resumido, con su lenguaje didáctico y claro, en apenas dos minutos lo que debiera ser causa de preocupación para todo verdadero demócrata.

Si alguien desea ver el programa completo, aquí lo tiene:
59 segundos 20/05/2010
Ciertamente se echa de menos en la política española una persona con esta claridad de ideas y de argumentación.