domingo, 6 de febrero de 2011

La crisis y eso

Hasta ahora había procurado no meterme demasiado en el berenjenal que supone hablar de la crisis económica, dejando eso a personas más preparadas. Pero el caso es que me apetecía comentar varios puntos que para mí marcan la historia de este despropósito.

En el 2008 el problema sale a la luz. Y, básicamernte, ese problema parece que proviene de la economía especulativa:  los bancos de inversión, los bancos en general, la bolsa y la burbuja inmobiliaria... En definitiva, no procede de la economía productiva. No es porque los trabajadores cobren mucho y trabajen poco, sino por la creatividad y ambición de los especuladores (aquellos a los que llamamos "los mercados"). Como parece evidente de dónde viene el problema, los dirigentes europeos lo tienen claro: hay que regular esos mercados, hay que refundar el capitalismo, dice Sarkozy. Hay que regular los mercados y los paraísos fiscales dicen tanto el presidente francés como el primer ministro inglés Brown y la alemana Merkel.

Como el sistema se viene abajo, en todo el mundo se inyecta dinero público a la banca. Los estados "rescatan" a los bancos. Muchos se "nacionalizan" haciéndose cargo el estado de ellos, pero sólo hasta que el banco vuelva a ser viable. Es decir, se compra un banco inviable, se sanea con el dinero de los contribuyentes y cuando está saneado se vuelve a poner en el mercado para que los beneficios de su gestión vayan a manos privadas. En España, los bancos dejan de conceder créditos y el gobierno les presta dinero a bajo interés para que hagan su trabajo: dar crédito. Lo que al final no sirve para nada, puesto que los bancos usan ese dinero para lo que les parece.

Así, estos años, al problema de que los bancos prestaban menos dinero le siguió el batacazo de la construcción. Los bancos ponen requisitos más duros para prestar las grandes cantidades de dinero que hacen falta para comprar una vivienda. Por tanto se compran menos pisos, por tanto los pisos dejan de subir de precio, por tanto los pisos ya no interesan a los especuladores inmobiliarios, por tanto se compran aún menos pisos, por tanto.... nuestra economía, basada en el ladrillo y los sueldos bajos se va al garete. Todo alrededor de la construcción va mal, por tanto, aparte de tener que inyectar dinero a los bancos, el gobierno recibe menos dinero de impuestos y la deuda pública crece.

Pues bien ya estamos en 2011 y en España parece que sigue siendo difícil obtener crédito en los bancos. En tres años parece que hubiéramos tenido tiempo de ver alguna regulación de los mercados de esas que hablaban los líderes mundiales. Nada de eso, sino muy al contrario: nuestros gobiernos siguen todos y cada uno de los pasos que les dictan desde "los mercados". Y los especuladores, evidentemente, desean políticas neoliberales: disminución de impuestos a las empresas, facilidad en el despido, mengua del sistema público de pensiones, sanidad, etc. en favor del sistema privado, privatizaciones... Y esos especuladores exigen a los gobiernos que hagan todo eso si quieren que les compren la deuda pública. Es decir, si quieren que esos mercados les presten dinero a los estados para funcionar. Pero es que resulta que la deuda de España está por debajo de la media de Europa y de hecho siempre se ha funcionado con deudas mayores. A pesar de eso, las voces defensoras de los intereses de "los mercados" Banco Central Europeo, Banco de España, FMI, exigen reformas que adelgacen aún más el ridículo estado del bienestar de nuestro país.

En definitiva, los culpables de la crisis, los especuladores, los mercados, en lugar de haber sido regulados, frenados, ahora son los que mandan sobre nuestros gobiernos. Como dijo Anguita, la democracia está en riesgo porque de hecho ya no votamos a quién dirige el país, sino al capataz de quien dirige el país. Nuestro país y Europa en general la dirigen "los mercados".