A pesar de que es más moderado en las formas que Chávez, el presidente de Bolivia Evo Morales sufre de igual modo las consecuencias de la parcialidad periodística. En los principales medios españoles podemos observar una curiosa unanimidad en el ataque a los gobiernos que pretenden implantar tímidas reformas socialistas en hispanoamérica. Es cierto que la hostilidad es menos abierta que hacia el gobierno venezolano, intentando disfrazarla de equidistancia entre los dos bandos, pero el resultado es similar.
El patrón es siempre parecido. Decir medias verdades, obviar aclaraciones que expliquen la postura de los gobiernos que ellos denominan "populistas" y no rectificar los "errores", curiosamente siempre favorables a los mismos.
Como ejemplo, tomemos los titulares sobre una noticia reciente. Una matanza acontecida en el departamento de Pando, la declaración del estado de sitio allí y la posterior detención del prefecto de ese departamento, opositor a Morales:
El País: "Al menos ocho muertos en enfrentamientos entre partidarios de Morales y opositores en Bolivia", El gobierno boliviano eleva a 30 el número de fallecidos en el enfrentamiento armado de Pando", "El gobierno impone el estado de sitio en una región rebelde", "Tropas de Bolivia toman una zona rebelde", "La detención del prefecto de Pando pone en peligro el diálogo en Bolivia", "La detención de un gobernador rival congela el diálogo", "El gobernador de Pando continuará en la cárcel de La Paz".
El Mundo: "Los disturbios en la región boliviana de Pando se cobran al menos 8 muertos", "Bolivia declara el estado de sitio en la violenta región de Pando", "Bolivia detendrá al gobernador de Pando por incumplir la orden del estado de sitio", "Los opositores a Evo advierten de que romperán las negociaciones si hay más muertos", "Bolivia reconoce que el número de víctimas mortales de Pando se acerca a la treintena", "El gobierno eleva a más de un centenar los desaparecidos en los enfrentamientos", "El ejército boliviano detiene al prefecto 'rebelde' de Pando, Leopoldo Fernández", "La corte de justicia de la Paz desestima la liberación del prefecto de Pando", "El gobierno y el poder judicial de Bolivia, enfrentados por el gobernador de Pando".
ABC: "Evo Morales convoca a los opositores al diálogo para tratar de frenar la ola de violencia", "El gobierno boliviano decreta el estado de sitio para la región norteña de Pando por la 'violencia desbordada' ", "Morales envía al ejército a restablecer el orden en Pando tras más de 30 muertos", "El ejército de Bolivia arresta al gobernador opositor del departamento de Pando", "El ejército boliviano detiene al principal opositor a Morales", "Evo Morales pone a un militar al frente de la región rebelde de Pando".
Un lector normal, incluso leyendo el cuerpo de todas las noticias presentadas sobre el tema y no sólo el titular, sacaría las siguientes conclusiones:
- En la región boliviana de Pando ha habido disturbios y enfrentamientos entre opositores y partidarios del gobierno de Evo Morales, con un resultado de bastantes muertos.
- Por lo que se publica parece que la responsabilidad debe de ser de Morales o de sus partidarios, ya que los opositores "amenazan con romper las negociaciones si hay más muertos". Es más, el gobierno "reconoce" que las víctimas se acercan a la treintena, por tanto si lo tiene que "reconocer" será que tiene culpabilidad.
- Tras estos disturbios, el gobierno impone el estado de sitio en la región rebelde y la "toma" con el ejército, deteniendo al gobernador del departamento, opositor a Morales. No queda muy claro qué cargos se le imputan ni aún leyendo el cuerpo de la noticia, parece que dicen que no respetó la orden de estado de sitio o que le quieren culpar de las muertes en los disturbios. Esta detención, que parece algo arbitraria "pone en peligro el diálogo en Bolivia".
- No es raro por tanto que cualquier lector medio ponga en duda el carácter democrático de Evo Morales. Ya que parece que sus partidarios participan en enfrentamientos armados, luego utiliza al ejército para imponer el estado de sitio en las regiones con mayoría opositora y además detiene a los gobernadores de la oposición.
La versión de los supervivientes y que los periódicos ha ocultado es otra: - Los supuestos "disturbios" o "enfrentamientos" en el departamento de Pando han causado alrededor de 30 muertos, 25 heridos y 100 desaparecidos. Pero prácticamente todos son del mismo bando, del bando de los campesinos que pretendían reunirse en la localidad de Cobija en apoyo a Evo Morales.
- Según dicen los testigos, los campesinos fueron parados por la policía de la prefectura en un puente, en la localidad de Porvenir, hasta que llegaron unas camionetas de la propia prefectura, de las que bajaron hombres armados que comenzaron a disparar indiscriminadamente. Incluso a mujeres y niños. Con lo que los supuestos disturbios o enfrentamientos se transforman en una matanza de campesinos desarmados (o armados con machetes y palos) a manos de sicarios y funcionarios de la prefectura con armas automáticas. De hecho, existen imágenes de cómo los campesinos intentan huir a nado en el río mientras les disparan.
Creo que una situación de este estilo, con sicarios armados impartiendo su justicia, es más que justificable la declaración de estado de sitio en la zona. Y, por lo que parece una implicación evidente de la prefectura en la masacre, parece lógico detener a su máximo responsable.
Toda esta historia de la matanza, así como un análisis del conflicto que dé voz a la versión de los más desfavorecidos no se ha visto en la prensa mayoritaria española. Las únicas referencias a lo que dicen los supervivientes que ocurrió allí son las de dos artículos de El Mundo, firmados por su corresponsal, que, con marcado estilo literario narra la búsqueda de víctimas y de asesinos perdidos en la selva. Pero ninguno de estos dos elegantes titulares, que más bien parecen títulos de novelas, dice nada si antes no se explica lo que ocurrió y quién es quién en lo que ocurrió: "Buscando a los renegados de Porvenir", "Almas en pena deambulan a orillas del río Mamoré". Sin embargo, tengo que decir que sí he encontrado dignos artículos en Público, pero este periódico está lejos de ser un medio de masas.
En resumen, un ciudadano normal, consumidor de los medios de masas y sin excesiva preocupación por lo que ocurre en un país subdesarrollado de otro continente, tendría una percepción de quiénes son los buenos y los malos muy diferente a la de otro ciudadano que se preocupe por indagar en fuentes que no remitan a las grandes agencias de prensa que operan en nuestro país.
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