martes, 8 de diciembre de 2009

Estado sionista, estado terrorista 19/01/2009

Originariamente publicado en www.pudoprometeryprometo.com el 19 de enero de 2009

La palabra terrorismo se viene utilizando habitualmente, por parte de los gobiernos, para justificar acciones que no serían admitidas por la opinión pública si no se utilizase ese término maldito. A pesar de que todo el mundo utiliza la palabra cuando les conviene, ni siquiera existe un acuerdo sobre qué es el terrorismo. Esto está motivado principalmente por la imposibilidad de obtener una una definición rigurosa que incluya las acciones violentas contra los estados con objetivo político, pero no incluya las acciones de los estados de la misma naturaleza. Esto, obviamente, es una trampa.

Según la edición 23 del diccionario de la RAE, terrorismo es la "actuación criminal de bandas organizadas, que, reiteradamente y por lo común de modo indiscriminado, pretende crear alarma social con fines políticos". En general, las pocas deficiniones que existen suelen coincidir en que los actos terroristas deben ser hechos violentos, efectuados por grupos armados organizados, e ir contra el estado o la población civil para causar terror o intentar subvertir el orden establecido. De acuerdo a todo esto podríamos hablar de muchos ejércitos y gobiernos terroristas. El ejemplo último y más escandaloso es el del ataque de Israel contra los civiles y las instituciones de Gaza.

Para mi, hablar del estado de Israel es hablar de un error histórico que incendió todo oriente medio, como ya intenté explicar en su momento. Sin embargo, si aceptamos la existencia del estado sionista, me parece difícil salvar las acciones de su gobierno y su ejército contra los palestinos de la calificación de terrorismo.

Los últimos ataques sobre Gaza han sido justificados por el gobierno israelí como una respuesta al lanzamiento de cohetes desde el territorio palestino. Sin embargo, la matanza perpetrada indica que la nueva ley de Talión para los sionistas es 100 ojos por 1 ojo y 100 dientes por 1 diente. Lejos de querer dar la razón a los islamistas y sus ataques descontrolados a civiles, creo que la desproporción en todo esto es evidente, aunque aquí pondré algunos datos.

¿Qué son los cohetes Quassam, principal excusa para el ataque?

Son cohetes fabricados con tubos de metal rellenos de una mezcla impulsora y una carga explosiva. La mezcla impulsora es azúcar con un fertilizante (Nitrato de Potasio) y la explosiva es Algo de TNT con otro fertilizante (Nitrato de Urea). Al tubo se le sueldan unos alerones para que vaya más o menos recto y se monta sobre unas guías para ser lanzado. La espoleta del cohete es una cartucho de rifle que se percute con ayuda de un muelle y un clavo. Existen tres versiones de estos cohetes, que van desde el medio kilo de carga explosiva hasta los 10 kg. Y desde un alcance de tres hasta 10 km.

Cohetes Quassam
Cohetes Quassam

Lógicamente estos chismes no van guiados, los que los tiran simplemente colocan la rampa de lanzamiento mirando hacia donde saben que hay algún objetivo, el cohete vuela hasta que se le acaba la propulsión y cae donde le parece. Como es lógico, y dado que se tiran desde Gaza, a km de distancia del objetivo, el porcentaje de blancos es ridículo. A esto hay que sumarle que el porcentaje de cohetes que no explotan es enorme y que aunque exploten, tienen un efecto como el de la foto. Puede ser letal, sin duda, si te cae encima, pero el efecto sobre el asfalto de una carretera no parece muy aterrador:

Impacto de Quassam
Impacto de Quassam en enero de 2009 (The Boston Globe)

Ahora, comparemos el resultado de esto, con el ataque de un F-16 que lanza sus bombas desde miles de metros de altura, con todos sus sistemas de guiado y sus misiles de varios cientos de kg. En la foto se ve un camión médico destruido al borde del socavón causado por un misil en Gaza.

Camión médico destru?do (Boston Globe)
Camión médico destruido (The Boston Globe)

¿Qué es lo que atacan los de Hamás con los cohetes Quassam?

Aparte de ataques con mortero, las milicias de Hamás llevan lanzando más de 8000 cohetes Quassam desde 2001, con un resultado de 15 muertos en todos esos años (dos de ellos palestinos, porque muchos de esos ingenios caen en la misma Gaza). La mayoría de los proyectiles que consiguen salir de Gaza y caer cerca de algún sitio poblado, lo hacen en Sderot. Esta es una población fundada por y para los inmigrantes judíos en 1953 después de expulsar a los árabes que allí vivían y quedarse con sus tierras, las del pueblo que llamaban Najd. Algunos de los cohetes de más alcance llegan a las afueras de Ashkelon (ciudad llamada Majdal antes) de la que los israelíes expulsaron a su población árabe en 1948, estando los exiliados y sus descendientes en Gaza desde entonces. Sus casas y tierras se dieron a soldados desmovilizados y a inmigrantes judíos que venían de otros países. Lógicamente la injusticia de la existencia misma de esas dos ciudades no justifica la muerte de civiles, pero sí que da una idea del porqué de la rabia de los palestinos, expulsados de su tierra para vivir en el enorme campo de refugiados que es Gaza.

¿Quién pone los muertos?

Después de hablar de la excusa dada por Israel para la masacre, es bueno recordar el número de víctimas palestinas bajo las bombas de los tanques, los helicópteros y de los F-16. Van 1200 muertos (410 niños, 102 mujeres, 120 ancianos, 14 personal sanitario y 4 periodistas) y más de 5000 heridos en 22 días de ataques. Este es prácticamente el mismo número de fallecidos que las víctimas israelíes de todos los ataques de todos los grupos armados palestinos desde el año 2000. Durante esos 22 días las bajas Israelíes han sido 13, 5 de ellos fueron soldados alcanzados por "fuego amigo", o sea que los palestinos han matado a 8 israelíes, 3 de ellos civiles. Puede resultar odiosa una comparación como esta, pero sin duda ayuda a ver quién es más "terrorista", ya que sólo en 22 días, la máquina de fabricar muerte israelí ha conseguido tener el mismo efecto que 8 años de ataques palestinos. Visto de otra manera, durante esos 22 días los israelíes han matado a 150 palestinos por cada una de las bajas causada por estos en el mismo tiempo. Por cada civil israelí muerto, ellos han matado a más de 200 palestinos.

El ejército israelí, para justificar esta masacre, dice que aparte de los civiles, entre los fallecidos hay bastantes militantes de Hamás. Lo cual es algo que puede ser cierto, puesto que no olvidemos que Hamás es la fuerza política que, queramos o no, ganó las elecciones legislativas palestinas. Tiene un gran número de cargos públicos y afiliados en Gaza, que también son objetivo de las bombas, aunque no sean combatientes. Además, todos los edificios públicos y administrativos de la franja son blanco de los bombardeos israelíes (aparte de escuelas, mezquitas, hospitales, ambulancias, sedes de prensa y edificios de la ONU).

¿Y qué es Hamás?

El objetivo último del gobierno israelí es acabar con Hamás, como ya dijeron antes del inicio de los bombardeos, sin duda azuzados por las próximas elecciones que se celebrarán el 10 de febrero. Hamás es un partido islamista, de los que mezcla religión con política y que propone que el islam sea parte fundamental de las instituciones palestinas. Es algo que particularmente no me gusta en absoluto, pero no creo que el estado de Israel, hecho por judíos y para judíos, que margina política y socialmente a los pocos árabes a los que permitieron quedarse en su tierra, sea mucho mejor. A pesar de su orientación religiosa, el principal objetivo de Hamás, como el de Fatah, el partido laico que dominaba anteriormente la política palestina, es la existencia de un estado palestino y la vuelta de los refugiados y, para conseguir esto, el enemigo es Israel.

¿Por qué unos son aliados y otros terroristas?

Con todo esto quiero decir que no tengamos un doble rasero. Si decimos que Hamás es terrorista porque tira cohetes caseros contra civiles, más terrorista será el gobierno israelí, que lanza misiles de precisión y mata a 200 veces más civiles. Si nos parece de fanáticos que Hamás mezcle religión y política, miremos a Israel, un estado inventado, un despropósito histórico fundamentado en una religión. Si decimos defender la democracia, puede que sea más enemigo de ella Israel, que ilegaliza a los pocos partidos árabes que tiene, que Hamás, que, al fin y al cabo, obtuvo una victoria electoral indudable entre los palestinos. Si consideramos que Hamás incumple la legalidad internacional cuando ataca a civiles, fijémonos en las 26 resoluciones de la ONU incumplidas por Israel, aparte de los mismos incumplimientos de la Convención de Ginebra en sus ataques a civiles (pero en mayor cantidad y con armas más sofisticadas).

Por todo esto creo que lo lógico sería romper las relaciones diplomáticas con Israel, por ser el en estos momentos el más claro ejemplo de estado terrorista.

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